EVANGELIO DE MATEO.

11.06.2013 16:27

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Mateo cap. 21: v 1 al v 11

Estaban ya cerca de Jerusalén. Cuando llegaron a Betfagé, junto al monte de los olivos, Jesús envió a dos discípulos, diciéndoles: <Caminen hasta el pueblecito que está al frente y encontrarán una burra atada con su burrito al lado. Desátenla y tráiganmela. Si alguien les dice algo, contéstenle: El Señor los necesita, pero pronto los devolverá.>
Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por un profeta: Digan a la hija de Sión: <Mira que tu rey viene a ti con toda sencillez, montado en una burra, una burra de carga, junto a su burrito.>
Los discípulos fueron pues, siguiendo las instrucciones de Jesús, y trajeron la burra con su cría. Después le colocaron sus capas en el lomo y Jesús se sentó encima.
Entonces la mayoría de la gente extendió sus capas en el camino; otros cortaban ramas de árboles y las ponían sobre el suelo. El gentío que iba delante de Jesús y el que le seguía exclamaba:
<¡Hosanah! ¡Viva el hijo de David! ¡Bendito sea el que viene en el Nombre del Señor! ¡Hosanah! ¡Gloria en lo más alto de los cielos!>
Cuando Jesús entró en Jerusalén, la ciudad se alborotó. Preguntaban: <¿Quién es éste?> Y la muchedumbre contestaba: <Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea.>
ENSAYO:
Sabemos que Jesús, siendo quien es, siempre será ejemplo de humildad y sencillez, pero también deberemos entender que el saber y el querer humano deberá de ser colocado como asiento del saber y el querer espiritual, así, que recibamos a Jesús en nuestros corazones colocando nuestros mantos tradicionales y materiales que nos cubren, así como las ramas y el follaje de nuestras obras a los pies de Nuestro Señor Jesucristo reconociéndolo como Nuestro Señor y Salvador personal y suficiente para estar en obediencia a Dios.

Mateo cap. 21: v 12 al v 13

Después, Jesús entró al Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en los patios. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas, lo mismo que los puestos de los vendedores de palomas, y les declaró: <Dios dice en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración. Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.>
ENSAYO:
Pongamos mucha atención en este pasaje en el que Jesús nos está recordando que no debemos confundir lo material con lo espiritual, para que nosotros, como él, seamos celosos de las cosas espirituales de Dios, ya que nosotros como Templo y Morada de él, no deberemos tratar de sacar provecho material de la fe espiritual de nuestros semejantes para cubrir nuestras necesidades o ambiciones mundanas, por lo qué, si algún lugar se destina como casa de oración, no lo convirtamos en un centro de comercio en ninguna de sus formas porque eso nos distraería enormemente de las verdaderas cosas espirituales de Dios.

Mateo cap. 21: v 14 al v 17

También se le presentaron en el Templo ciegos y cojos, y Jesús los sanó.
Viendo estas cosas tan asombrosas que Jesús acababa de hacer y a los niños que clamaban en el Templo: <¡Viva el hijo de David!>, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley se indignaron y le dijeron: <¿Oyes lo que dicen esos?> <Perfectamente>, les contestó Jesús. <Y ustedes, ¿no han leído nunca este texto: Tu sacas tus alabanzas de los pequeñitos y de los que aún maman?>
Y dejándolos ahí, salió de la ciudad para ir a Betania, donde pasó la noche.
ENSAYO:
Debemos de guardar y enseñar a cumplir con fidelidad la Palabra de Jesús en todos los que nos escuchen , pero, con especial interés a los niños, pues bien es cierto que los niños aun no tienen ocupada su mente en ambiciones mundanas, sino en cosas propias de su edad, simples, sencillas, en las que todas tienen una solución por el sólo hecho de creer que así es, y, en los que aun maman porque todo lo que ellos necesitan es proporcionado por sus padres con tan sólo sugerirlo con un gesto, un llanto o una actitud y saben que serán atendidos para suplir sus necesidades de inmediato. Por eso necesitamos nacer de nuevo, de arriba, para convertirnos en niños, y mas aún, regresar a la condición de bebés, de los que aun maman y ser totalmente dependientes del Padre que está en los Cielos.

Mateo cap. 21: v 18 al v 22

Al regresar a la ciudad, muy de mañana, sintió hambre, Divisando una higuera cerca del camino, se acercó, pero no encontró sino hojas, y le dijo: <¡Jamás volverás a dar fruto!> Y al instante se secó la higuera.
Al ver esto, los discípulos dijeron maravillados: <¿Cómo se secó de repente la higuera?> Jesús les contestó: <En verdad les digo, si tienen realmente fe y no vacilan, no solamente harán lo que acabo de hacer con la higuera, sino que dirán a ese cerro: ¡Quítate de ahí y échate al mar!, y así sucederá. Todo lo que pidan con una oración llena de fe, lo conseguirán.>
ENSAYO:
Lo que acabamos de leer, es para que sepamos que lo que estamos recibiendo deberá florecer abundantemente, aún en los lugares más difíciles y producir fruto en todo tiempo, con el cual, el Espíritu de Dios será engrandecido, pero, si en lugar de florecer y dar frutos para los que fuimos sembrados, nos llenamos de follaje ufanándonos por nuestros logros y obras materiales, seguramente nos pasará lo que a la higuera. Así que también deberemos de quitar del lugar que ahora ocupa en nosotros ese cerro formado en nuestras mentes con la sabiduría humana que nos ha llevado a seguir enseñanzas y mandatos de hombre en las cosas de Dios

Mateo cap. 21: v 23 al v 27

Jesús había entrado al Templo, y estaba enseñando cuando los sumos sacerdotes y las autoridades judías fueron a su encuentro para preguntarle: <¿Con que derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te lo ha autorizado?>
Jesús les contestó: <Yo también les voy a hacer una pregunta, nada más, Si me le contestan, yo también les diré con que autoridad hago esto. Cuando Juan bautizaba, ¿lo había mandado Dios, o era cosa de hombres?>
Ellos reflexionaron interiormente: <Si contestamos que lo había mandado Dios, nos va a decir: Pues ¿por que no creyeron en él. Y si le decimos: Era cosa de hombres, deberemos temer al pueblo, ya que todos consideran a Juan como un profeta.> Y contestaron a Jesús: <No lo sabemos.>
Entonces Jesús dijo: <Yo tampoco les digo con que autoridad hago esto.>
ENSAYO:
Sabemos que la autoridad que hay en Jesús es la autoridad que el Padre delegó en él para anunciar y establecer el año de la gracia del perdón de Dios y recuperar las llaves del Reino para compartirlo con todos aquellos que soliciten con arrepentimiento, el perdón a sus faltas y pecados cometidos al amparo de su libre albedrío tradicional; Autoridad que será delegada en todos aquellos que perseveren en el conocimiento espiritual de la enseñanza de Jesús y la guarden y enseñen a cumplir fielmente como la voluntad de Dios, por lo tanto, si alguna autoridad religiosa impuesta por el hombre en las cosas de Dios nos preguntara: ¿con qué autoridad predican, podremos responderle y decirles: y ustedes, ¿con qué autoridad predican, en la voluntad de Dios o en la voluntad de hombre?. Si contestan que con la voluntad de Dios, entonces les diremos: si es así, ¿por qué no han querido separar lo material de lo espiritual para estar en el orden y propósito de Dios?

Mateo cap. 21: v 28 al v 32

Jesús agregó: <¿Que les parece esto? Un hombre tenía dos hijos. Se dirigió al primero y le dijo: Hijo, hoy tienes que ir a trabajar a mi viña. Y él respondió: No quiero. Pero después se arrepintió y fue. Luego el padre se acercó al otro y le mandó lo mismo. Este respondió: Voy, señor, pero no fue.>
Jesús, pues, preguntó: <¿Cuál de los dos hizo lo que quería el padre?> Ellos contestaron: <El primero.> Y Jesús prosiguió: <En verdad, los publicanos y las prostitutas les preceden a ustedes en el Reino de los Cielos. Porque Juan vino para indicarles el camino del bien y ustedes no le creyeron, mientras que los republicanos y las prostitutas le creyeron; ustedes fueron testigos, pero ni con esto se arrepintieron y le creyeron.

ENSAYO:

Si nos preguntáramos: ¿Quién creemos que hace la voluntad del Padre, el que creyendo que está haciendo la voluntad de Dios, hace la voluntad de hombre? o es aquel, que estando haciendo la voluntad de hombre, prefiere dejar atrás todo eso para hacer la voluntad de Dios?

Mateo cap. 21: v 33 al v 41

Escuchen este otro ejemplo: Había un dueño de casa que plantó una viña, le puso cerca, cavó un lagar, levantó una casa para vigilarla, la alquiló a unos trabajadores y se fue a un país lejano. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, el dueño mandó a sus sirvientes donde los trabajadores para que cobraran su parte de la cosecha. Pero los trabajadores tomaron a los enviados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.
El propietario volvió a enviar a otros servidores más numerosos que la primera vez, pero los trataron de la misma manera.
Por último envió a su hijo, pensando: Respetarán a mi hijo. Pero los trabajadores, al ver al hijo, se dijeron: Este es el heredero: matémosle y nos quedaremos con su herencia.
Lo tomaron, pues, lo echaron fuera de la viña y lo mataron.
Ahora bien, cuando venga el dueño de la viña, ¿que hará con ellos? Los oyentes de Jesús le contestaron: <Hará morir sin compasión a esa gente tan mala, y arrendará la viña a otros que le paguen a su debido tiempo.>
ENSAYO:
Meditemos en lo que se nos comunica a través de estos versículos de acuerdo a lo que hemos estado discerniendo.
Veamos, hay muchas personas que han querido hacerse dueños de la doctrina de Jesús para enseñarla bajo normas ideadas de acuerdo a pensamientos de hombre o a intereses materiales o de identidad en el que comprometen y prácticamente obligan a otras personas a seguirlas y obedecerlas como si esa fuera la voluntad de Dios, y toman como ejemplo la enseñanza de Jesús pero sin llegar a separar convenientemente lo material de lo espiritual, para que con esta enseñanza adulterada con mandatos de hombre, se pretenda suplir o invalidar, aunque esto sea negado, la enseñanza de Jesús como la voluntad de Dios.
Ahora bien, cuando se lleguen los tiempos de Dios para que la luz de Jesús brille en todo su esplendor, ¿qué pasará con todos los que así han manipulado la doctrina de Jesús?. Serán apartados de él y les dará a los escogidos el cuidado de su enseñanza para ser guardada y enseñada a cumplir en el orden y propósito de Dios, y nunca más, en el orden y propósito de hombre para Dios.

Mateo cap. 21: v 42 al v 46

Jesús agregó: <¿No han leído nunca lo que dice la Escritura?: La piedra que los constructores desecharon llegó a ser la piedra principal del edificio. Esa es la obra del Señor y nos dejó maravillados.
Por eso les digo que el Reino de los Cielos se les quitará a ustedes para dárselo a la gente que de frutos; y en cuanto a la piedra, el que se estrelle contra ella será hecho pedazos, y si la piedra cae sobre alguno, lo hará polvo.>
Al oír estos ejemplos de Jesús, los jefes de los sacerdotes y los fariseos comprendieron que se refería a ellos. Hubieran deseado arrestarlo, pero tuvieron miedo al pueblo que lo miraba como a un profeta.
ENSAYO:
Quién no ha aceptado a Jesús como el Mesías anunciado porque no guarda y enseña a cumplir su enseñanza como la voluntad de Dios, estará desechando lo que llegó a ser la piedra principal de la Iglesia, y será apartado del Reino de los Cielos por no producir el Fruto del Espíritu, y le será dado al que sí lo produce y no lo confunde con los frutos materiales, porque quien así lo está haciendo, se podría estrellar contra la piedra de sus tradiciones y ambiciones materiales y quedar atrapado en aplicaciones diferentes al orden y propósito de Dios que lo colocaría a un paso de ser aplastado por ella y ya no poder entrar a la vida eterna y gloriosa con Dios.
Muchos se sentirán aludidos y ofendidos porque no han querido darse cuenta de que la forma en que han sido involucrados a creer en Jesús y en su Palabra, no es del todo congruente con lo que Jesús nos transmite en ella, y quisieran desaparecer a aquellos que les están haciendo ver que no están tan bien en las cosas espirituales de Dios como creen estar, pero eso no lo podrán hacer porque cada vez son más los que están despertando del sutil letargo que produce la ignorancia de la verdadera voluntad de Dios

 

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