EVANGELIO DE MATEO.

11.06.2013 13:53

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Mateo cap. 9: v 1 al v 8

Jesús subió a la barca y se fue por mar a su ciudad. Allí le llevaron a un paralítico, tendido en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: <Hijo, ten confianza, Tus pecados te quedan perdonados.>
Entonces algunos de los maestros de la Ley pensaron: <¡Que manera de burlarse de Dios!> Jesús, que veía sus pensamientos, dijo: <¿Por que piensan mal?¿que es más fácil decir: Te perdono tus pecados, o: Levántate y anda? Sepan entonces que el Hijo del hombre tiene poder sobre la tierra para perdonar los pecados.> Y dijo al paralítico: <Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.>
Y el paralítico se levantó y se fue a su casa. La gente quedó muy impresionada y reconoció la grandeza de Dios, que había dado tanto poder a los hombres.
ENSAYO:
El Poder que Dios delegó en Jesús para sanar enfermedades y perdonar pecados se hará presente en nosotros cuando nuestra fe sea probada para creer, no sólo en él, sino creer en lo que él nos dice, para que cuando nuestra fe de Dios en Jesús sea activada, recibamos, a través de invocar su Nombre, el mismo poder para sanar enfermedades, curar dolencias y perdonar pecados, y esto será un hecho aprobado por Dios en todo aquel que guarde y enseñe a cumplir con fidelidad la enseñanza que Jesús comparte al hombre sin ser desviado hacia ningún lado.

Mateo cap. 9: v 9 al v 13

Jesús, al irse de ahí, vio a un hombre llamado Mateo, en su puesto de cobrador de impuestos, y le dijo: <Sígueme.> Mateo se levantó y lo siguió.
Luego, Jesús estuvo en una comida en casa de Mateo. Se presentaron buen número de cobradores de impuestos y otra gente pecadora, y se sentaron a la mesa con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al ver esto, decían a los discípulos: <¿Por que su Maestro come con publicanos y pecadores?>
Pero Jesús los oyó y dijo: <Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Aprendan lo que significa esta Palabra de Dios: Yo no les pido ofrendas, sino que tengan compasión. Pues no vine a llamar a hombres perfectos sino a pecadores.>
ENSAYO
Así como Jesús llamó a Mateo, así mismo nosotros no debemos evitar a aquellos que su comportamiento o su actividad no es bien vista, y esto sucede en ellos porque no se han dado un tiempo y un espacio para conocer de Jesús de acuerdo a la encomienda a la que fue enviado por el Padre; por eso no debemos negarnos a su compañía, ya que ellos necesitan del conocimiento que mana de la fe de Dios en Jesús, al igual que aquellos que ya están tratando de separar lo material de lo espiritual para saber guardar fidelidad a su enseñanza.

Mateo cap. 9: v 14 al v 15

En ese momento se le acercaron algunos discípulos de Juan y le preguntaron: <¿Por que nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y tus discípulos no ayunan?>
Jesús les contestó: <¿Sería bueno que los compañeros del novio anden tristes cuando el novio está con ellos? Vendrán días en que el novio les será quitado; entonces ayunarán.
ENSAYO:
Muchos cristianos, en ocasiones, sienten que han perdido la comunicación fluida y estrecha con Dios porque se han dejado sumir en la angustia y el miedo que producen los problemas cotidianos en sus vidas, y esto es como si el novio les hubiere sido quitado, es entonces que se deberá ayunar para que la oración al Padre en el Nombre de Jesús sea efectiva, porque sólo así se abrirá su mente hacia lo espiritual.

Mateo cap. 9: v 16 al v 17

Nadie remienda ropa vieja con un pedazo de género nuevo, porque el pedazo nuevo agrandaría la rotura. Ni nadie echa vino nuevo en vasijas viejas, porque si lo hacen, se rompen las vasijas, el vino se desparrama y las vasijas se pierden. El vino nuevo se echa en vasijas nuevas, y así se conservan el vino y las vasijas.>
ENSAYO:
Esto que se dice aquí, nos está haciendo conocer que no debemos seguir enseñanzas de tiempos que ya pasaron, sino que debemos unirnos al tiempo nuevo que Jesús representa, y si queremos involucrarnos correctamente en él, aceptemos la encomienda a la que él nos manda para ser vasijas que contenga el vino nuevo del perdón, sin permitir que los hombres lo adulteren con el vino viejo de la Ley del castigo, es decir: que todos los que nos consideremos sus fieles discípulos, no deberemos serlo de enseñanzas contrarias o adulteradas de su doctrina con enseñanzas y mandatos de hombre, sino que deberemos mantenernos siempre fieles a las enseñanzas que Jesús comparte con nosotros, porque si no lo hiciéramos así, no seremos lo suficientemente fuertes para contenerla y nos expondremos a ser vasijas que se rompan en las que el vino nuevo será desparramado y pierda el sabor dulce y sublime del amor y perdón que vienen de Dios.

Mateo cap. 9: v 18 al v 26

Mientras Jesús hablaba, llegó un jefe de los judíos, se postró delante de Jesús y le dijo: <Mi hija acaba de morir, pero ven a mi casa, imponle la mano y vivirá.>
Jesús se levantó y lo siguió en compañía de sus discípulos.
Mientras iba, una mujer que padecía desde hacía doce años de una hemorragia, se acercó por detrás y tocó el fleco de su manto, pues ella pensaba: <Con sólo tocar su manto sanaré>. Jesús se dio vuelta y, al verla, le dijo: <Animo, hija; tu fe te ha salvado.> Y la mujer quedó sana en ese mismo momento.
Jesús, al llegar a la casa del jefe, encontró a los flautistas que tocaban música fúnebre y toda la gente alborotada. Les dijo: <Váyanse, porque la niña está dormida y no muerta.> Ellos se burlaron de Jesús; sin embargo, cuando los echaron fuera, él entró, tomó a la niña por la mano, y la niña se levantó. Esta noticia corrió por todo el lugar.
ENSAYO:
Como vemos, todo aquel que se postra a los pies de Jesús y le pide con súplica cualquier cosa reconociendo la autoridad que Dios delegó en él, al interceder por alguien él responderá positivamente a esa súplica para que la fe de sus creyentes se vea aumentada.
Cuando el Poder de Jesús llega a esas personas por las cuales intercedimos, serán levantados de este mundo en donde reina la muerte y el sufrimiento en todas sus formas, y serán resucitados a su condición espiritual para que empiecen a gozar del Reino de Dios en este mundo y de la vida eterna en el mundo venidero, pues ahora, aunque sus cuerpos mueran, ellos vivirán por siempre en el seno del Padre, por eso, no hagamos altares a la muerte, sino solamente un altar a Dios en nosotros mismos, que es un Dios de vivos y no de muertos, en su Santísima Trinidad.

Mateo cap. 9: v 27 al 34

Dos ciegos siguieron a Jesús cuando se retiraba de ahí. Le gritaban: <¡Hijo de David, ten compasión de nosotros!> Cuando Jesús estuvo en su casa, los ciegos lo fueron a buscar y Jesús les preguntó: <¿Creen que yo puedo sanarlos?> Contestaron: <Si, Señor.>
Entonces Jesús les tocó los ojos, diciendo: <Reciban ustedes lo que han creído>. Y vieron. Después les ordenó severamente: <Que nadie lo sepa.> Sin embargo, en cuanto ellos salieron, lo publicaron por todas partes.
Cuando se iban los ciegos, le trajeron un endemoniado mudo. Jesús echó al demonio, y el mudo habló. La gente quedó maravillada, y todos decían: <Nunca se ha visto algo parecido en nuestro país.> (En cambio, los fariseos comentaban: <Este echa a los demonios con la ayuda del rey de los demonios.>)
ENSAYO:
Muchos de los que escuchamos la doctrina de Jesús, quisiéramos que nos fueran abiertos los ojos a las cosas espirituales de Dios, pero esto sólo será posible si en verdad creemos que Jesús lo puede hacer para recibir lo que hemos creído, y sin duda que lo recibiremos, y también pedirle que seamos liberados de lo que nos impide hablar fielmente de la Buena Nueva del Reino de Dios y también lo recibiremos, sin embargo, cuando así suceda, quienes se encuentran sometidos a las enseñanzas y mandatos de hombre en las cosas de Dios, dirán que eso es cosa del demonio.

Mateo cap. 9: v 35 al 38

Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos. Enseñaba en las sinagogas, proclamaba la Buena Nueva del Reino y sanaba todas las enfermedades y dolencias. Viendo el gentío, se compadeció porque estaban cansados y decaídos como ovejas sin pastor. Dijo entonces a sus discípulos: <La cosecha es grande, y son pocos los obreros. Por eso rueguen al dueño de la cosecha que mande obreros para hacer su cosecha.>
ENSAYO:
Cuando nuestros semejantes empiecen a notar cambios positivos en nuestra vida, muchos se interesarán por estudiar, reflexionar y meditar en la enseñanza de Jesús, pero será muy difícil mantenerse firme en ella para guardarla y enseñarla a guardar con la fidelidad requerida por Dios, porque las fuerzas negativas que rigen a este mundo se las ha ingeniado para que el hombre sea convencido a manipular y adulterar esa enseñanza para sus intereses materiales. Es por eso que debemos reflexionar y meditar profundamente en ella para ser obedientes a la encomienda que Jesús nos manda, rogándole a Dios, en el Nombre de Jesús, que seamos fortalecidos para ser obreros obedientes que recojan lo que Jesús ha sembrado.