EVANGELIO DE MATEO.

11.06.2013 14:04

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Mateo cap. 11: v 1 al v 6

Cuando Jesús terminó de instruir a sus doce apóstoles, se fue de ahí a predicar y a enseñar en las ciudades judías.
Juan se enteró en la cárcel de lo que hacía Cristo; por eso envió a sus discípulos a preguntarle: <¿Eres tu el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?> Jesús les contestó: <Vayan y cuéntenle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan sanos, los sordos oyen, los muertos resucitan, y una buena nueva llega a los pobres. Y, además, ¡feliz el que me encuentra y no se confunde conmigo!>
ENSAYO:
Todo lo que ha sido revelado hasta estos momentos en el discernimiento de la enseñanza que Jesús recibió del Padre para ser transmitida al hombre, es como una preparación primera para tratar de entender más a profundidad lo que Jesús enseñó y predicó en las ciudades judías, en las que deberemos darnos cuenta, que el tiempo de la predicación de Juan el Bautista había concluido, sin embargo, Dios nos da una enseñanza de la incredulidad humana a través de Juan, aún cuando hemos recibido manifestaciones reales de un evento milagroso, y como él seguramente preguntaremos a Jesús, ¿ Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro? Y seguramente también lo escucharemos decir en nuestra mente: ¿No te has dado cuenta a cuantos se les ha abierto los ojos y destapado los oídos y regresados a la vida en las cosas espirituales de Dios? Por eso, feliz el que se encuentra conmigo y no es confundido porque me escuchan y guardan mi enseñanza como la voluntad de mi Padre que está en los Cielos.

Mateo cap. 11: v 7 al v 15

Una vez que se fueron los discípulos de Juan, Jesús comenzó a hablar de él a la gente: <¿Que fueron a ver ustedes al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Que fueron a ver? ¿A un hombre vestido elegantemente? Pero los elegantes viven en palacios. Entonces: ¿Que fueron a ver? ¿A un profeta? Eso si. Yo les aseguro que Juan es más grande que un profeta. Porque se refiera a Juan esta palabra de Dios: Mira que yo envío a mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.
Yo les aseguro que no se ha presentado entre los hombres profeta más grande que Juan Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más que él. Desde que vino Juan Bautista hasta ahora, el Reino de Dios irrumpe con fuerza y los esforzados entran en él. Hasta Juan Bautista, los profetas y la misma Ley se quedaban en la profecía. Pero, si ustedes pueden entender, Juan es el Elías que se esperaba. El que tenga oídos, que entienda.
ENSAYO:
Jesús nos confirma, que Juan fue el profeta más grande entre los hombres, ya que fue a él, al que Dios mandó como mensajero de su llegada para prepararle el camino, por tal motivo Juan siempre supo que no tenía una autoridad semejante a la de Jesús, sin embargo Jesús nos dice que por el hecho de que Juan fue el encargado de anunciar que el Reino de los Cielos se había acercado al hombre, lo hizo ser el profeta más grande de todos los tiempos, ya que él sabía que él era el punto exacto en donde terminaba la aplicación rigurosa de la Ley de Moisés que castiga, y que hasta Juan Bautista y los profetas se quedaba en la profecía acerca del Reino de Dios, pero que ahora, a través de Jesús y su enseñanza para cumplir con la Ley por amor que perdona, se cumplía esa profecía, misma que alcanzará su plenitud en el hombre cuando éste cumpla obedientemente la voluntad de Dios.

Mateo cap. 11: v 16 al v 24

¿Con quién puedo comparar a la gente de hoy? Son como niños sentados en la plaza que se quejan unos de otros: Les tocamos la flauta y ustedes no bailaron, les cantamos canciones tristes y no trataron de llorar.
Así pasó con Juan, que no comía ni bebía, y dijeron: Está endemoniado. Luego viene el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: Es un comilón y un borracho, amigo de la gentuza y de los pecadores. Pero, con todo, aquel que es Sabiduría de Dios ha sido reconocido por sus obras.>
Entonces empezó a reprender a las ciudades en donde sus milagros habían sido más numerosos, y que, sin embargo, no se habían arrepentido:
<¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que hice en vosotras, seguramente habrían hecho penitencia, vestidos de saco y cubiertos de ceniza. Por eso, Tiro y Sidón serán tratadas con menos rigor en el día del juicio. Y tu, Cafarnaún, ¿pretendes llegar hasta las nubes? Serás hundida en el infierno. Porque si los milagros que se han realizado en ti se hubieran hecho en Sodoma, todavía existiría Sodoma. Por eso les digo que la región de Sodoma, en el día del juicio, será tratada con menos rigor.>
ENSAYO:
Hasta estos momentos nos hemos comportado como niños inconformes, puesto que no hemos querido aceptar la enseñanza de Jesús de acuerdo al estudio, reflexión y meditación de su Palabra plasmada en el Nuevo Testamento a pesar de ser testigos de numerosos eventos que se pueden calificar de verdaderos milagros en nuestras vidas o en las vidas de otros, lo que  ha dividido al hombre en diversas denominaciones cristianas. Por eso: ¡Ay de todos aquellos que no han querido darse tiempo para querer conocer más de Dios a través del estudio, reflexión y la meditación profunda de la Palabra de Jesús!
¡Ay de aquellos que se han auto nombrado siervos de Dios y que han pretendido llegar hasta las nubes sin ser verdaderamente fieles a la enseñanza que Jesús comparte al hombre; éstos serán hundidos en el infierno porque se han dejado subyugar en enseñanzas y mandatos de hombre y le han querido quitar la autoridad a Jesús para dársela al hombre, por eso, los que no han creído en él, serán tratados con menos rigor que aquellos que si han creído y han hecho de su enseñanza, enseñanza de hombres.

Mateo cap. 11: v 25 al v 30

Por aquel tiempo exclamó Jesús: <Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has mantenido ocultas estas cosas a los sabios y prudentes y las revelaste a la gente sencilla. Si, Padre, así te pareció bien.
Mi Padre puso todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a los que el Hijo quiere dárselo a conocer.
Vengan los que se sienten cargados y agobiados, porque yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mi, que soy paciente de corazón y humilde, y sus almas encontrarán alivio. Pues mi yugo es bueno, y mi carga liviana.>
ENSAYO:
Por eso nosotros, seamos de la clase social que seamos, debemos comportarnos como gente sencilla, sin confiar demasiado en nuestras fuerzas ni en la sabiduría humana en las cosas espirituales de Dios, porque quienes así lo hacen, no podrán abrir su mente para recibir revelación espiritual de la enseñanza de Jesús, porque no les interesa conocer lo que el Padre puso en sus manos para conocer al Hijo, y por lo mismo, tampoco conocerán al Padre que lo envió, pues sólo aquellos que conozcan al Hijo, conocerán al Padre que lo envió.
Por eso, cambiemos los sufrimientos y angustias que nos asaltan en este mundo por el amor que perdona, la justicia y la misericordia de Dios que nos procura abundantemente Jesucristo Nuestro Señor.

 

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